Estimados miembros de LASID:

¡Un saludo especial y un gran 2022 para todos!

Los dos últimos años, en medio de la pandemia de COVID-19, tuvimos que reinventarnos como personas, como profesionales de la salud y como sociedad para adaptarnos a este difícil momento. Si bien ya hemos avanzado en el control de los casos más graves por vacunación poblacional, los países con pobreza extrema tuvieron dificultades para conseguir sus vacunas permitiendo la circulación viral y la posibilidad de la aparición de nuevas variantes, exponiendo a todos los habitantes del planeta a riesgos. Además, un movimiento antivacunas mundial, especialmente en países de Europa y América del Norte, ha sido un obstáculo para lograr un mayor éxito en el control de los casos de COVID-19, que han vuelto a aumentar en el último mes. Por lo tanto, seguimos en alerta, esperando con cautela la evolución mundial de los casos.

El contexto de la pandemia nos ha demostrado una vez más la importancia de comprender el sistema inmunológico y cómo la amplia variedad de respuestas inmunitarias son necesarias para que nuestros cuerpos funcionen correctamente y combatan diferentes patógenos. Nuestros pacientes con EII eran motivo de preocupación para todos los familiares y profesionales de la salud, ya que no sabíamos cómo reaccionarían al contacto con el nuevo coronavirus. Estudios elegantes nos mostraron que algunos pacientes con ciertas variantes genéticas asociadas con el sistema inmunológico tendrían posibilidad de casos más graves de COVID-19, haciendo que nuestra lista de errores innatos de inmunidad aumente.

Todos los esfuerzos mundiales dirigidos a combatir la pandemia han tenido algunas consecuencias para el manejo diario de los pacientes con EII. En varios países, muchos proyectos en curso para llevar a cabo pruebas de detección neonatal de inmunodeficiencia combinada grave han permanecido estancados o han disminuido. Y lo que es más grave, se produjo una reducción mundial de la donación de plasma, fundamental para la obtención de la inmunoglobulina humana que utilizan aproximadamente el 70% de los pacientes con EII, lo que dificulta el mantenimiento de niveles protectores adecuados de anticuerpos para nuestros pacientes. La reducción en el suministro de inmunoglobulina humana es una advertencia clave para que América Latina luche por la donación de plasma y la producción de inmunoglobulina humana, tanto a nivel local como a través de empresas productoras de renombre mundial.

Los invito a todos a participar de nuestras actividades, programadas online, con cursos online ya disponibles y nuevos que irán surgiendo. Nos gustaría programar eventos cara a cara lo antes posible para que nosotros, como buenos latinos, podamos reunirnos, abrazarnos, enseñar y aprender unos de otros y socializar. Me pongo a disposición de todos para que podamos hacer un bienio 2022/2023 con grandes avances para LASID y para nuestros pacientes.

Gesmar Rodrigues Silva Segundo